Es un método de diagnóstico que permite medir la densidad mineral del hueso, es decir, su contenido en calcio. Constituye el estudio de elección para el diagnóstico de osteoporosis y de esta manera permite determinar el riesgo de sufrir fracturas óseas. A través de este estudio también se puede evaluar la composición corporal y por ende determinar el porcentaje de grasa, masa magra y ósea.
Se utiliza este estudio en sobrepeso, obesidad, anorexia nerviosa, enfermedad celíaca, desnutrición y en deportistas. Se realiza tanto en adultos como en pacientes pediátricos.