Día Mundial contra la Hepatitis: concientización, tratamiento y prevención

Dra. María Belen Díaz, Especialista en Gastroenterología

M.P 4972

Como cada 28 de julio desde Penta recordamos el Día Mundial contra la Hepatitis, compartiendo información acerca de esta enfermedad viral que es un problema de salud pública a nivel mundial, que afecta específicamente al hígado generando inflamación y en algunos casos, dolencias crónicas en este órgano del aparato digestivo.

Existen cinco virus transmisores de Hepatitis, estos son los llamados virus hepatotropos de tipo A,B,C,D y E. Si bien cada virus se contagia y se previene de manera diferente, las principales vías de contagio son la fecal-oral, la sanguínea o por contacto con sangre contaminada, la perinatal y la de transmisión sexual.

“Estas vacunas, de aplicación gratuita, resultan de vital importancia debido a su efectividad en prevenir la transmisión del virus y en evitar el desarrollo de la enfermedad crónica”

Entre las variantes del virus, las hepatitis de tipo A, B y C son las más frecuentes. En el caso de la Hepatitis A, el contagio se da por vía fecal-oral o transmisión sexual, la Hepatitis B también se transmite por vía sexual, sanguínea y perinatal, mientras que el tipo C de manera sanguínea y sexual. Entre ellas, las variables B y C son las más invasivas y pueden evolucionar en problemas hepáticos crónicos, cirrosis o causar el desarrollo de un hepatocarcinoma.

Prevención y tratamiento

En Argentina, existen dos vacunas, incluidas en el calendario nacional de vacunación, contra las Hepatitis de tipo A y de tipo B. Estas vacunas, de aplicación gratuita, resultan de vital importancia debido a su efectividad en prevenir la transmisión del virus y en evitar el desarrollo de la enfermedad crónica y el hepatocarcinoma. En el caso de la Hepatitis C, existe un tratamiento de alto alcance mediante medicación.

Se recomienda esperar un lapso de 15 días entre la vacuna contra la COVID-19 y las vacunas contra la Hepatitis.

Cinco tips para prevenir las hepatitis virales

 

 

  1. Mejorar la higiene. Se puede reducir el riesgo de contraer hepatitis con buena higiene y medidas sanitarias que incluyen lavarse bien las manos con agua segura y no beber agua que no sea potable.
  2. Vacunarse
  3. Hacerse análisis de sangre. Según la OMS, cada año se rechazan 1,6 millones de donaciones de sangre porque se detecta virus de la hepatitis B (VHB), virus de hepatitis C (VHC) o virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Es importante controlar que las prácticas médicas sean seguras y que el instrumental esté esterilizado.
  4. Sexo con protección. Los virus VHB y VHC pueden transmitirse mediante contacto sexual, por lo que se recomiendan prácticas sexuales más seguras que incluyen el uso de preservativos.
  5. No compartir agujas. Cada año se producen millones de infecciones de hepatitis B y C a causa de inyecciones no seguras. Es importante asegurarse de que las inyecciones se realizan en forma segura, sin reutilizar jeringas, y con el equipamiento correctamente esterilizado.

 

Es importante saber que la Hepatitis es una enfermedad que se puede tratar y curar cuando es detectada a tiempo, dependiendo del virus y el estado general del paciente. A su vez, muchos pacientes que poseen la enfermedad son asintomáticos y pueden contagiar sin saberlo, por este motivo resulta fundamental la prevención mediante las vacunas, el cuidado personal y los chequeos médicos correspondientes para la detección precoz.

 

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